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El Libro del Pueblo de Dios

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Salmos

50 (49)
21La parte central de este Salmo está constituida por la acusación que Dios dirige a su Pueblo, para reprocharle su infidelidad a la Alianza. El reproche está precedido por la descripción de la teofanía cultual, en la que el Señor se manifiesta como acusador y como Juez (vs. 1-6). El motivo de la acusación es la infidelidad de Israel a las exigencias morales de la Alianza (vs. 16-20), no compensada por la observancia de prácticas cultuales puramente exteriores (vs. 8-15). La advertencia final (vs 21-23) es una amenaza para los que se obstinan en el mal camino, y una promesa de salvación para los fieles.
REPROCHE DEL SEÑOR POR LA INFIDELIDAD A LA ALIANZA
1 Salmo de Asaf.
El Señor, Juez de su Pueblo
1 El Dios de los dioses, el Señor,
1 habla para convocar a la tierra
1 desde la salida del sol hasta el ocaso.
2 El Señor resplandece desde Sión,
2 que es el dechado de toda hermosura:
3 ya viene nuestro Dios, y no callará;
3 un fuego devorador lo precede,
3 la tempestad ruge a su alrededor.
4 Él llama desde lo alto al cielo y a la tierra,
4 para entablar un juicio contra su pueblo:
5 “Reúnanme a mis amigos,
5 a los que sellaron mi alianza con un sacrificio”.
6 ¡Que el cielo proclame su justicia,
6 porque el Señor es el único Juez! Pausa
Ineficacia del culto puramente exterior
7 “Escucha, pueblo mío, yo te hablo;
7 Israel, voy a alegar contra ti:
7 yo soy el Señor, tu Dios.
8 No te acuso por tus sacrificios:
8 ¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!
9 Pero yo no necesito los novillos de tu casa
9 ni los cabritos de tus corrales.
10 Porque son mías todas las fieras de la selva,
10 y también el ganado de las montañas más altas.
11 Yo conozco los pájaros de los montes
11 y tengo ante mí todos los animales del campo.
12 Si tuviera hambre, no te lo diría,
12 porque es mío el mundo y todo lo que hay en él.
13 ¿Acaso voy a comer la carne de los toros
13 o a beber la sangre de los cabritos?
14 Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza
14 y cumple tus votos al Altísimo;
15 invócame en los momentos de peligro:
15 yo te libraré, y tú me glorificarás”.
El motivo de la acusación divina
16 Dios dice al malvado:
16 “¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos
16 y a mencionar mi alianza con tu boca,
17 tú, que aborreces toda enseñanza
17 y te despreocupas de mis palabras?
18 Si ves a un ladrón, tratas de emularlo;
18 haces causa común con los adúlteros;
19 hablas mal sin ningún reparo
19 y tramas engaños con tu lengua;
20 te sientas a conversar contra tu hermano,
20 deshonras al hijo de tu propia madre.
21 Haces esto, ¿y yo me voy a callar?
21 ¿Piensas acaso que soy como tú?
21 Te acusaré y te argüiré cara a cara.
22 Entiendan bien esto, los que olvidan a Dios,
22 no sea que yo los destruya sin remedio.
23 El que ofrece sacrificios de alabanza,
23 me honra de verdad;
23 y al que va por el buen camino,
23 le haré gustar la salvación de Dios”.

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