10En medio de una obstinada persecución (vs. 4, 7) y sin esperanzas de encontrar una ayuda en los hombres (v. 5), el salmista invoca angustiosamente al Señor (vs. 2, 7), que es su único refugio (v. 6). Confiado en su pronta liberación, promete reconocer públicamente los favores recibidos de Dios, para alegría y edificación de los justos (v. 8).
ORACIÓN DE UN AFLIGIDO
1 Poema de David. Cuando estaba en la cueva. Oración.