8La interpretación de este Salmo se ve dificultada por la inclusión en un mismo poema de elementos bastante heterogéneos: súplica individual (vs. 2-12, 24-25), expresiones hímnicas (vs. 13, 26-28), y anuncio profético (vs. 14-23). Para resolver esta dificultad, se podría dar la siguiente explicación: durante el exilio babilónico, se aplicó la súplica de un enfermo grave a la situación en que se encontraba Israel, cuando Jerusalén y el Templo estaban en ruinas. Entonces se añadió un oráculo que anunciaba la reconstrucción del Santuario (v. 17)y el retorno de los desterrados (v. 23).
8Este es uno de los Salmos llamados penitenciales (Sal. 6; 32; 38; 51; 130; 143). El tema de los vs. 2-12 hace que se lo incluya entre las Oraciones de los enfermos (Sal. 6; 38; 41; 88;).
SÚPLICA Y PROMESA DE SALVACIÓN
1 Oración del afligido que, en su angustia, derrama su llanto ante el Señor.
Lamentación de un afligido
2 Señor, escucha mi oración
2 y llegue a ti mi clamor;
3 no me ocultes tu rostro
3 en el momento del peligro;
3 inclina hacia mí tu oído,
3 respóndeme pronto, cuando te invoco.
4 Porque mis días se disipan como el humo,
4 y mis huesos arden como brasas;
5 mi corazón se seca, marchitado como la hierba,
5 ¡y hasta me olvido de comer mi pan!
6 Los huesos se me pegan a la piel,
6 por la violencia de mis gemidos.
7 Me parezco a una lechuza del desierto,
7 soy como un búho entre las ruinas;
8 estoy desvelado, y me lamento
8 como un pájaro solitario en el tejado;
9 mis enemigos me insultan sin cesar,
9 y enfurecidos, me cubren de imprecaciones.
10 Yo como ceniza en vez de pan
10 y mezclo mi bebida con lágrimas,
11 a causa de tu indignación y tu furor,
11 porque me alzaste en alto y me arrojaste.
12 Mis días son como sombras que se agrandan,
12 y me voy secando como la hierba.
13 Pero tú, Señor, reinas para siempre,
13 y tu Nombre permanece eternamente.
Confianza en la restauración de Jerusalén
14 Tú te levantarás, te compadecerás de Sión,
14 porque ya es hora de tenerle piedad,
14 ya ha llegado el momento señalado:
15 tus servidores sienten amor por esas piedras
15 y se compadecen de esas ruinas.
16 Las naciones temerán tu Nombre, Señor,
16 y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria: