Dios juzga a los jueces.—Dios convoca a los gobernantes del mundo, llamados «dioses» del mundo, es decir a los que, teniendo autoridad sobre las naciones, comparten la tarea del Juez Supremo y deben hacerlo en nombre de Dios. Dios recuerda los derechos sagrados del pueblo. Los gobernantes también son mortales y rendirán cuentas.